-No es tan fácil como tú piensas.
-Ah, ¿no? ¿Acaso yo no he pasado por ello?
-Tú... eres distinta.
-Ah, ¿no? ¿Acaso yo no he pasado por ello?
-Tú... eres distinta.
Y tu historia también lo es.
-Pero en el fondo, nos parecemos demasiado,
-Pero en el fondo, nos parecemos demasiado,
y cuando te digo que el tiempo lo cicatriza todo no te miento,
porque yo misma he experimentado sus efectos.
-¿No dicen que el tiempo lo CURA todo?
-No, en eso sí que no estoy de acuerdo. En mi opinión,
-¿No dicen que el tiempo lo CURA todo?
-No, en eso sí que no estoy de acuerdo. En mi opinión,
el tiempo no puede curar; sí cicatrizar, cerrar heridas,
empañar tus recuerdos... Pero curar, hacerte olvidar,
hacer que puedas seguir tu vida
como si nada hubiese pasado,
eso sí que no. Todo deja su marca,
y si no la deja es que nunca fue lo suficientemente importante,
nunca significó tanto. Aunque lo parezca,
yo no he olvidado. Sólo he arrinconado unos sentimientos
que me hacían daño, y que tarde o temprano iban a acabar conmigo,
iban a hundirme. He dejado de depender de una droga
a la que era adicta; ahora dependo de otra,
otra mucho mejor. Ésta no daña, ni confunde,
ni tiene efectos a largo plazo.
Es pura como ninguna, agradable y adictiva,
pero nunca perjudicial para la salud.
He dejado la melancolía y me he pasado al amor.
Cualquiera puede hacerlo, cualquiera que
de verdad quiera hacerlo.
-Sigo sin entender tu razonamiento. Según lo que has dicho,
-Sigo sin entender tu razonamiento. Según lo que has dicho,
¿es posible desear el cambio y conseguirlo?
-Tampoco se trata de eso. Cuesta, demasiado.
-Tampoco se trata de eso. Cuesta, demasiado.
Pero es cuestión de esfuerzo, de fuerza de voluntad,
como cuando intentas dejar de fumar.
Al principio necesitas ese cigarrillo,
y si te ofrecen es posible que vuelvas a caer;
pero si intentas dejarlo a un lado, acabarás prescindiendo
de la nicotina y logrando tu objetivo.
Pero es cuestión de empeño.
Uno no puede dejar de fumar de repente,
ni de estar enamorado.
Uno va arrinconando sentimientos.
-No te entiendo...
-No te entiendo...
¿Qué tiene que ver todo eso con salir de
este estado de dependencia?
-Pues es muy fácil. Basta con que llegue otra persona
-Pues es muy fácil. Basta con que llegue otra persona
que lo cambie todo. Produce un desequilibrio agradable
en cierto modo, pero al final todo se estabiliza
y vuelves a la normalidad.
Una vez en ese punto lo demás tendrá cada
vez menos importancia.
Tu anterior recuerdo perderá nitidez con cada día que pase,
pasarás de las lágrimas a la felicidad.
¿Y todo eso por qué?
Porque la mejor droga de la que se puede depender es el amor,
hasta los médicos lo dicen.
-Y... ¿cómo empezar?
-Esa es la mejor parte. Mira por la ventana.
-¿Qué pasa? Sólo veo el jardín.
-Llueve.
-Ya, ¿por qué te crees que no he salido hoy?
-Pues ese es tu primer error.
-Y... ¿cómo empezar?
-Esa es la mejor parte. Mira por la ventana.
-¿Qué pasa? Sólo veo el jardín.
-Llueve.
-Ya, ¿por qué te crees que no he salido hoy?
-Pues ese es tu primer error.
Tienes que hacerlo. Sin paraguas.
-¿Estás loca?
-No, en realidad es algo que está científicamente demostrado:
-¿Estás loca?
-No, en realidad es algo que está científicamente demostrado:
el agua purifica.
Sal ahí fuera sin paraguas,
deja que la lluvia te empape;
grita si quieres,
corre,
déjate llevar por el viento
y por la lluvia.
-De verdad, cada día te entiendo menos.
-Eso es porque nunca has salido sin paraguas.
-De verdad, cada día te entiendo menos.
-Eso es porque nunca has salido sin paraguas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario