sábado, 15 de enero de 2011

¿Sabes lo peor de todo?
Que me pase la vida llorando por alguien que no llorarába por mi,
que me ahogue sin pensar que hay vida después de esa persona,
y que era tan tonta como para decirle lo que sentia
sabiendo que no servirá de nada.
Sigo pensando que a veces hubiera estado mejor callar.
Si no le hubiera dicho todo aquello ahora estaríamos hablando,
podría escribirle sin pararme a pensar en si estoy diciendo o no lo correcto,
sincerarme y decirle lo mucho que la quise.
Desgraciadamente mi oportunidad ha pasado,
así como debi yo dejar pasar la vida que soñaba junto a el,
no tiene sentido seguir soñando tonterías,
a no ser que se acabe volviendo tan loco como yo y el destino nos junte.
Deberían encarcelarlo por ser así,
no hay derecho a que alguien que puede causar tantos efectos
con unas palabras ande suelto, es un peligro para los demás.
Imagínate si otra idiota como yo cayera en sus redes.
¿Qué haría entonces? ¿Volvería a dejar que otra persona
se hundiera en el abismo de su corazón?
Y la culpa de esto no la tiene ella, ni la tengo yo.
La culpa la tienen los deseos de cosas imposibles.
Nos hacen soñar para luego devolvernos
cruelmente a nuestra oscura realidad.
Cómo duele.

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